Nuestro programa Youth Assertive Community Treatment (Youth ACT) está diseñado para abordar las importantes necesidades de salud mental de niños y jóvenes de entre 10 y 21 años, que corren el riesgo de ingresar o regresar a casa después de servicios de alta intensidad, como entornos de internación. o servicios residenciales. A través de un enfoque de equipo multidisciplinario, nuestro programa Youth ACT apoya a niños, jóvenes y sus familias para que puedan permanecer en sus escuelas y comunidades en lugar de optar por un tratamiento hospitalario.

Youth ACT ofrece varios enfoques únicos de atención:

• Un equipo multidisciplinario: Compuesto por un líder de equipo, un psiquiatra, tres médicos de salud mental autorizados, un miembro del personal de apoyo clínico que brinda apoyo similar al de un administrador de atención, un defensor de pares juveniles y un defensor de pares familiares, nuestro equipo ofrece una variedad de experiencia y perspectivas.
• Servicios comunitarios: Nuestros proveedores pueden reunirse con jóvenes y familias donde mejor pueden participar y beneficiarse de los servicios: en el hogar, en la escuela, en los parques y más. Esto permite a los jóvenes recibir un alto nivel de servicios mientras permanecen con sus familias y dentro de sus comunidades, un paso importante hacia la transición a un nivel inferior de atención y la construcción de sistemas de apoyo comunitarios cruciales.
• Planes de tratamiento personalizados: Nuestro equipo enfatiza la participación de los jóvenes y las familias en la creación de planes para sus propias necesidades y objetivos de recuperación. Todos los miembros del equipo de Youth ACT se reúnen con los clientes al menos dos veces por semana para trabajar y modificar el plan de tratamiento según lo consideren conveniente el joven y la familia. Además, se ofrecen sesiones y reuniones familiares con y sin los jóvenes para apoyar a los miembros de la familia y fortalecer las relaciones familiares.

Youth ACT puede ser adecuado para una persona joven si tiene entre 10 y 21 años y corre el riesgo de ingresar o regresar a casa después de servicios de alta intensidad, como entornos hospitalarios o servicios residenciales.